lunes, marzo 24, 2008

Día 235, lunes

A ella le gustaban los chicos jóvenes porque creía que a ellos les podía decir cualquier cosa. Si a un chico de 25 le decía, por ejemplo, "vamos a dormir", era obvio que se estaba refiriendo a otra cosa. Y si a uno de 21 le decía "vamos a hacer siesta", lo más probable es que le estuviera invitando a eso y nada más. Pero conmigo ella se equivocó jodidamente.